¿Tendremos película de Imperator Furiosa?

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Sí bueno, para Furiosa la portera de aquí de la sede de este blog cada vez que entramos como jamelgos desbocaos y le pisamos los fregao. Pero hoy no queremos hablaros sobre las miradas de odio que nos echa esta tía cada vez que la guarreamos el suelo, sino de un personaje que se ganó un hueco en el corazoncito de todos gracias a ese peliculón que revitalizó una de las más famosas sagas del séptimo arte y que era un locurón acojonante de casi dos horas de acción a tope. Nos estamos refiriendo, como no, a Mad Max: Furia en la Carretera, un film que dentro de unos años alcanzará el estatus de puto clasicote épico hasta la médula…

Mad Max: Furia en la carretera – Trailer

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Mad Max es un colega nuestro, que a veces jugando al Mario Kart se flipa el cabrón, pisa el acelerador y se lía ahí a quemar octanaje con la puta seta de una forma que va más «follao» que Fernando Alonso (o que Doña Leticia antes de la boda con el príncipe). Pero en el post de hoy no queremos hablar de este menda, sino de la cuarta película de esta franquicia de acción post-apocalíptica que ya hizo las delicias de los fans de este tipo de cine hace 30 añazos con la buena interpretación de Mel Gibson. Ahora será al actor Tom Hardy a quien veamos hacer el borrico en Mad Max: Furia en la carretera

Nuestras fans blogueras

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No sé si os hemos contado alguna vez que cuando empezamos esto del blog Kiko y yo hace ya casi 4 añazos, el único medio de transporte que teníamos para movernos de sitio en sitio en busca de la noticia era un borrico llamado Dimitri, a cuyos lomos hemos recorrido casi toda la geografía española. Pero si hay algo que tenemos muy claro en esta vida es que no existe animal que pueda soportar durante mucho tiempo el peso de dos garrulos cuyos deportes favoritos son el levantamiento de bollos, el tumbing, el zapping y la barra libre. Por desgracia, el pobre Dimitri nos dejó hace unos meses debido a una hernia discal, y por esa razón decidimos invertir parte del dinero de las arcas del blog en comprarnos uno moto con sidecar (concretamente este modelo). Kiko es quien suele conducir a lo Mad Max quemando octanos, mientras que yo suelo ir de paquete montado al lado. El caso es que en nuestros desplazamientos en este flamente nuevo vehículo son muchas las fans que nos reconocen (pues esto de tener un blog trae implícita una fama a través de la cual un montón de 20 añeras suspiran por nuestros huesines). Debido a todo esto, ha surgido una nueva moda entre las jovenzuelas que hoy os queremos comentar en este post.

Solo un peregrino

Ciertamente la compra de este tomo, que ha salido este mes como una de las novedades de Norma editorial, ha sido un caprichazo de coleccionista que me he dado, pues el material que recopila ya lo tenía yo por ahí  en mi comicteca cuando fue publicado hace ya unos añitos por Dolmen editorial en un par de tomos. Lo que pasa es que como soy muy friki, me hacía «ilu» tenerlo recopilado en esta lujosa edición en tapa dura, pues como he comentado en bastantes ocasiones, soy un ferviente admirador de casi todo lo que guioniza Garth Ennis.

Una vez más el tío más gamberro del mundo de los cómics vuelve a hacer uso de un argumento en el que la sátira religiosa es la principal protagonista (tal y como pudimos ver en su aclamada Preacher),  y donde la violencia exagerada y su peculiar humor negro estarán también muy presentes. En esta ocasión nos meteremos en el pellejo de otro de sus antihéroes, encarnado esta vez por un peculiar peregrino que parece traer la desgracia y el mal fario a todo aquel que tiene la mala suerte de cruzarse en su camino.