Reto de pintura 2014: Abril

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Tenía algunas cosas en mente para este mes de abril, pero estaba pintando las primeras 3 minis cuando pensé: «¿Y si me hago un ejército nuevo?». Pues nada, manos a la obra y un mes por delante. Al final lo que cuentan son las 30 miniaturas del mes y los ejércitos se pintan mucho más rápidamente que el resto de cosas. Así que dejé de lado mi proyecto de conversión Dreadnought para el próximo mes y me lancé a pintar un pequeño grupo de combate de los Puños Carmesíes. Ahora veremos el resultado…

No me toques los necrones (V)

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Toda gran aventura tiene su final, y en esta quinta reseña espero terminar la larga historia que comenzó en verano. La semana pasada en No me toques los necrones (IV), vimos cómo se preparaba una partida de Warhammer 40.000, hoy vamos a dedicar esta entrada a relatar todo el informe de batalla completo entre Benedetto y ArgosCamacho o también entre nuestros poderosísimos avatares en el campo de batalla, representados por los generales El Príncipe Demonio Ashrok y el Líder Necrón Un-Nefer.

No me toques los necrones (IV)

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Desde el verano que no teníamos noticias del ejército Necrón, y es que el “hobby” según Games Workshop se divide en 3 partes: el coleccionismo, la pintura y el juego. Las dos primeras ya las hemos visto en las reseñas anteriores de No me toques los necrones, por eso ahora nos toca adentrarnos en el juego y para ello vamos a utilizar todo lo que pintamos en aquellos días. La idea es ver cómo se prepara una partida a Warhammer 40.000 y cómo se desarrolla una batalla típica entre dos jugadores.

Inquisidor Eisenhorn

Los herejes a la hoguera, pero antes hay que torturarlos un poco clavando palillos entre las uñas. Recordemos a Torquemada: “Muchos murieron quemados y tanto gusto me daba verlos arder, que decía, atizándoles la llama: ¡Perros herejes, ministro soy de la Inquisición Santa!”. Sí señores, la inquisición Española tenía su puntillo agridulce, pero nada comparado con Los Santos Ordos del Dios Emperador. Inquisidores que dejan a la altura del betún a todos aquellos que poblaron nuestra historia más oscura.

Algunos han intentado que renazca la inquisición en la clandestinidad. Recordemos al famoso acólito inquisitorial Georgie Dann: “La barbacoaaa, la barbacoaaa, como me gusta…” Y es que eso de quemar siempre ha sido un caramelo en la puerta de un colegio. La inquisidora Raffaella Carra con su “Caliente, Caliente” también quiso a quemar a más de uno. Pero dejemos de hablar de estos aprendices y vamos al turrón.