Mira que yo no soy nada dado al cine francés, pero a veces cuando algo me llama la atención me armo de valor y le echo un temple torero que me lleva a jugármela sin pestañear como un tío. Todo empezó una tarde en la que me encontraba yo haciendo el internauta y me topé con el trailer de esta película que me dejó un tanto inquieto. –«Si me atrevo con el cine de terror francés ya sí que dejaría patente mis dotes de tío castizo y echao p’alante»– me dije yo mientras sopesaba si le iba a dar una oportunidad o no al film. Así que hace unos días decidí dar el paso y me senté a ver esta peli titulada La Horda. Y la verdad es que tengo que reconocer que después de haberla visto me ha dejado un muy buen sabor de boca. Hay que decir que el arranque de la peli me enganchó bastante desde el principio, cuando un grupo de polis decide llevar a cabo un ajuste de cuentas en el escondrijo de un puñado de maleantes que han asesinado a sangre fría a un compañero de estos. Es precisamente en este edificio donde todo empieza a desmadrarse por momentos cuando, de forma repentina y ante el acojone de los protagonistas, los muertos en la reyerta empiezan a volver a la vida y a devorar a todo el que pillan por delante.LA HORDA
Mira que yo no soy nada dado al cine francés, pero a veces cuando algo me llama la atención me armo de valor y le echo un temple torero que me lleva a jugármela sin pestañear como un tío. Todo empezó una tarde en la que me encontraba yo haciendo el internauta y me topé con el trailer de esta película que me dejó un tanto inquieto. –«Si me atrevo con el cine de terror francés ya sí que dejaría patente mis dotes de tío castizo y echao p’alante»– me dije yo mientras sopesaba si le iba a dar una oportunidad o no al film. Así que hace unos días decidí dar el paso y me senté a ver esta peli titulada La Horda. Y la verdad es que tengo que reconocer que después de haberla visto me ha dejado un muy buen sabor de boca. Hay que decir que el arranque de la peli me enganchó bastante desde el principio, cuando un grupo de polis decide llevar a cabo un ajuste de cuentas en el escondrijo de un puñado de maleantes que han asesinado a sangre fría a un compañero de estos. Es precisamente en este edificio donde todo empieza a desmadrarse por momentos cuando, de forma repentina y ante el acojone de los protagonistas, los muertos en la reyerta empiezan a volver a la vida y a devorar a todo el que pillan por delante.








