Capitán Harlock

Sin duda alguna, un pirata espacial con un particular sentido del honor. El capitán Harlock de Leiji Matsumoto nos acompañó a muchos durante muchísimas tardes. Lo hemos visto y referenciado en algunas series del Leijiverso, un universo compartido con algunas series del autor. Hay que tener en cuenta que Leiji hizo girar a sus personajes sobre un punto, así pues, reconoceremos ese estilo en Queen Millenia, Emeraldas, Galaxy Express 999 y el Capitán Harlock.

Podemos resumir algunas series o algunas Ovas de Harlock, pero lo mismo nos puede dar una idea equivocada de lo que pretendía el autor. Recordemos la de 1978 y que en el año 85 se pasó por los canales autonómicos, donde un pirata se pasaba el tiempo matando mujeres con cuerpos quizás algo anoréxicos, bebiendo vino junto a su amiga Mime, que era alcohólica, y gobernando una nave en la más pura anarquía.

Edge Days: Repasando novedades

Para algunos el parchís y el juego de la oca ya han quedado atrás desde hace mucho tiempo. Para otros, cruzar esa barrera es asunto complicado. Desde luego en el mundillo del juego de mesa nos encontramos con aquellos que sólo conocen el dado de 6 caras como el invento definitivo o aquellos que se sienten a gusto con el dado de 20, o incluso dos dados de 10.

Como anunciamos en Vas Tú Listo, los Edge Days se celebraron dentro del Parque de Atracciones de Madrid, los días 12 y 13 de noviembre, que son a pequeña escala una Gen Con (que me perdone Gary Gygax) pero a nivel nacional y con productos Edge.

Mazinger Z (III): Va de Cosplay

Fue una infancia difícil, los años 70 no estaban tan manipulados por la industria como para tener a Mazinger Z hasta en la sopa, los robots no proliferaban como champiñones, incluso algunos pirateaban la idea porque el mercado estaba muerto. Recuerdo el poco merchandising que había: 6 cómics de tapa dura, un álbum de cromos que terminaba con la llegada de Genocider F·9, donde intentaba acabar con el Jet Scrander (luego apareció otro donde se vio al Boss Robot y al Conde Brocken). También unas cartas y cromos en los bollos. Pero la pregunta de todos los niños era: «¿Dónde está el robot de juguete?, ¿dónde están los disfraces?». Pues no hay y si no te gusta la respuesta es clara, te lo fabricas de cartón.

Los Mitos de Cthulhu

Hay gente que deja huella y no sólo por pisar el barro. Howard Phillips Lovecraft creó una mitología particular que trascendió a su época y fue influencia para numerosos escritores que se basan en todo aquello que escribió. Seguro que nos suenan nombres como Necronomicón, Cthulhu, Arkham o la Universidad de Miskatonic. Es normal, pues la influencia de Lovecraft ha llegado al cine, la televisión, la literatura e incluso la música, creando una memoria colectiva difícil de borrar.

Lovecraft ya era un niño rarito (seguramente por culpa de su madre, que lo ataba corto). Su padre acabó en un psiquiátrico, no era amante del mar y si a todo esto añadimos que era un niño prodigio, el resultado es Cthulhu. Lo vivió con tanta fuerza y lo plasmó en sus textos con tanta fe, que esos tentáculos alcanzaron a escritores de su tiempo como a Robert E. Howard, del que ya hemos hablado en Vas Tú Listo.

Mazinger Z (II): Zona Caliente

Está claro que Mazinger Z tenía muchas armas, a saber, Rayo Fotónico, Misil ventral, Huracán corrosivo, Fuego de pecho, los puños y otras tantas armas mortíferas que utilizaba para acabar con el enemigo. Pero aunque todos sabemos que el arma más poderosa de Mazinger era el Fuego de pecho (que según cuentan, era pura energía fotónica que alcanzaba temperaturas superiores a los 30.000º centígrados), nada era comparable a los encantos de Sayaka, quien ponía a Koji como una olla a presión, ya fuera para bien o para mal. Porque esta chica tenía un pronto que déjala correr.

Y es que la buena de Sayaka tenía varias maneras de calentar a Koji. Vamos a intentar descubrir algunas, pero no todas, que este es un blog para todos los públicos. Y es que amigos pervertidos, después de Mazinger Z (I): Los orígenes, hoy nos toca comentar lo de: ¡¡¡Pechos fuera!!!.

Edge Days

Algunos de nosotros estamos esperando el Edge Days como agua de Mayo. Los días 12 y 13 de noviembre en Madrid serán las fechas y el lugar indicados. En la redacción de Vas Tú Listo tenemos nuestro pase Vip preparado, porque desde el 13 de octubre ya se colgó el cartel de que todas las entradas estaban agotadas.

¿Pero qué podemos ver en el Edge Days?. ¿Azafatas molonas?. ¿Escotes enormes para que mires y no sepas el juego que compras?…, pues nada de eso (así que Kiko seguramente no se pasará por mucho que lo intentemos). En el Edge Days se podrán descubrir los juegos del catálogo Edge, probarlos en vivo e incluso poder demostrar nuestra habilidad con ellos.

Mazinger Z (I): Los orígenes

Un día llega tu abuelo y te dice: «¡Mira, que acabo de hacer un robot cojonudo, reparte yoyas y lanza rayos por los ojos. Con este pedazo bestia puedes hacer dos cosas, o te transformas en un ángel y salvas al mundo o te transformas en un demonio y te lo cargas»!. «Pues menuda decisión abuelo, déjame que lo piense…», y entre que lo piensas y no lo piensas va el viejo y se muere.

¡¡¡Menudo marrón!!!. No tengo ni las instrucciones ni la llave de contacto!!! Pues nada, aprendo sobre la marcha como hago con todas las cosas en la vida. Además, seguro que se maneja igual que una moto, que como mi abuelo era muy listo y sabía que yo era un poco cazurro lo hizo de tal manera que hasta su nieto pudiera manejar semejante “Mecha” sin pensar demasiado.

Gears of War: El juego de tablero

El mundo Friki puede mirarse desde muchos puntos de vista, y los empresarios más avispados nos tientan de muchas maneras. Pero lo máximo en tentación, es cuando intentan que de un Friki A y un Friki B salga un Friki AB. Eso es lo que pasa, por ejemplo, cuando a los enfermos de los videojuegos los intentan transformar en jugadores de tablero o viceversa. Anteriormente lo vimos con DOOM, World of Warcraft, Starcraft y ahora con Gears of War.

La verdad es que la idea en principio puede parecer interesante y el trasfondo da para muchas opciones con las que realizar un buen juego táctico. Por ahora es un misterio que poco a poco toma forma.

Freak retromovies (II)

Siguiendo con esos flashes de luz y de color, recordaremos viejas películas que no llegaban ni a serie B, pero que dejaron marca. Recuerdo una época donde asaltaba el videoclub para llenarme de películas de este tipo. Algunas han quedado en el olvido, pero con esfuerzo van aflorando los detalles. MegaForce, Los Guerreros del Espacio (The Ice Pirates), Hawk the Slayer (Hawk el Invencible), Krull y otras tantas que vamos a tener el honor de presentar en este apartado de Vas Tú Listo.

Aquí, en la redacción de este blog no somos adictos al Zapping sin sentido, pues cuando vemos según qué cosas paramos en seco. Y es que con sólo 3 segundos de metraje nos damos cuenta que vale la pena esperar sentados.

La ciudadela del caos

Vamos a ver un momentín: Waylander, Honor Harrington, Conan, El Inquisidor Eisenhorn, John Carter de Marte, Hyperion, Drizzt do’urden, Los fantasmas de Gaunt, El Quijote… Eso son 9 libros. Para el décimo de la serie he dejado el que fue principio de todo. Porque como diría George Lucas, «toda historia tiene un principio» y entonces fue cuando nos enchufó al bodrio ese de Jar Jar Binks. ¡¡¡Menudo parásito espacial!!!.

Nos pasamos la infancia con profesores que nos enchufan unos libros para leer que no son nada aconsejables para iniciar en el sano vicio de la lectura. Sí,  sí, lo que digan…, que son lo mejor de la literatura. Pues desde aquí, les voy a dar un buen tirón de orejas a todos por ser el elemento que acaba con las ganas de leer de miles de estudiantes. He conocido a muchos chupatintas con carreras de letras que piensan que tienen el poder en sus manos y sujetan la pluma como si fuera la espada de la verdad literaria. Fue una gran suerte encontrar a uno de los grandes en mi camino, un visionario entre tanto borrego. Antonio Fraile, aquel que encontró a un niño que no podía pasar un párrafo sin pensar cuántas páginas le quedaban para terminar y lo transformó en un devorador de libros.