36 años sin el Rey

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Tal día como hoy del año 1977 nos dejó el artista más grande del siglo pasado y rey indiscutible del rock. También en un día como hoy del año 1992 fue cuando surgió mi interés por este artistazo, y desde entonces no he dejado de escuchar su música, y ni que decir tiene que sigue siendo mi cantante favorito (y no creo que con los años aparezca otro cantante que logre desbancarlo de ese puesto). Ahí sigo conservando como oro en paño todos los cd’s suyos que he ido comprando a lo largo de los años y que nunca me cansaré de escuchar. Hoy se pueden leer muchas noticias y comentarios sobre esta fecha en la que el Rey nos dejó, pero lo que nunca dejarán de inquietarme son los rumores sobre su “supuesta” muerte..

Misión imposible: Frikonversión de mi chica

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Para un buen friki, es difícil asumir que tu pareja sea la que menos nota ha sacado en el test friki de entre todos los amigos conocidos. Y más cuando gran parte de los puntos obtenidos han sido por preguntas como «soy chica», «me gusta el sushi» y porque «estudié alemán» y «euskera». ¡Si al menos supiese klingon!. Encima, esas respuestas hoy en día ni siquiera dan ya puntos. Pero no hay que rendirse. Como buenos Siths, la podemos pasar al Lado Friki poco a poco. En esta guerra, se combatirá en múltiples batallas, con sus éxitos y fracasos, pero sólo hay que pensar en el objetivo final: ¡La Frikonversión Absoluta!.

Aquellos tiempos mozos…

Hoy en día ser un joven mozuelo y querer ver un buen tetamen es la mar de fácil (coges, te metes en google, pones cualquier palabra y aunque no lo quieras te saldrán tetas y culos a tutiplén). Pero en nuestros tiempos mozos la cosa estaba más chunga, porque si querías observar una simple teta tenía que ser viendo a Sabrina cantando el «boys, boys, boys» o quedarte la noche de los viernes a ver el Venus TV en Tve2 sin que tus padres se pisparan. Otra alternativa estaba en los videojuegos, viciándose uno a cosas tales como el Cobra Mission, el Emmanuelle o el Teenage Queen. Y es que en aquellos tiempos difíciles hasta una simple teta pixelada en la pantalla del puto Amstrad CPC 464 te ponía verraco…

Menuda pintaza: «Batman-Tierra uno»

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Creo que ya he comentado en alguna ocasión que muchos viernes por la tarde salgo del curreles cual torete que salta a la Plaza de las Ventas y me piro a la tienda de cómics corriendo más veloz que lo que tardaron los reyes en organizar la boda del príncipe cuando se enteraron de que Doña Leticia iba ya «más follá que Fernando Alonso». El caso es que aparte de mis compras fijas del mes me gusta echar un vistazo a cosillas que en principio no me llaman la atención cuando las veo en los catálogos de novedades, pero que cuando las echo un vistazo allí en la tienda me deslumbran más que a un gilipollas al que le estalla un petardo en la cara…

¿Es Lori una tía guarra?

Todo el que nos conoce un poco (no tanto como nuestro ginecólogo) es sabedor del hecho de que si hay algo que nos mola aparte de los donettes, las playmates y las chavalas en tanga, es todo aquello que tiene que ver con polémicas gilipollescas. El caso es que la última de estas polémicas ocurrió hace unos días en mi lugar de trabajo, donde una compi de allí (a la cual mandamos un gran saludo desde Vas Tú Listo) se indignó con ciertas fotos que publiqué en Facebook sobre una de las tías más frescas de los últimos tiempos: Lori Grimes. Pues bien, las fotos en cuestión eran estas…

Yo quiero ser un Stormtrooper

Cuando los muchachos de este humilde blog no estamos borrachos o emporraos nos gusta hacer charlas coloquio sobre temas variopintos. El caso es que el otro día nos dio por elucubrar sobre cuál sería la profesión más molona. Uno decía que le molaría ser bombero torero; otro decía que lo mejor es ser portero de la Mansión Playboy o juez de concursos de camisetas mojadas o de peleas de chavalas en el barro. Sí, todas esas profesiones molan (no te digo yo que no), pero tras muchas horas de discutir y discutir hasta el punto de rabiar y pegarnos con el bolso, finalmente llegamos a la conclusión de que la mejor profesión del mundo sería ser un Stormtrooper (ahí, con dos cojones). Y vamos a demostrar con una retaila de fotos toda esta teoría de lo bien que se lo pasa esta gente.

Antes de ser unos putos viciados…

Resulta curioso el hecho de que los muchachos de este blog tengamos una fama de putos «viciaos» de mierda que no podamos con ella. Hay quien nos compara con los criajos esos coreanos que se tiran 48 horas seguidas dándole a la Xbox; otros en cambio piensan que somos tan viciados que cada vez que cogemos el mando de la consola coqueteamos con el ataque epiléptico. Incluso hay quien nos dice que tenemos tal cantidad de vicio en las venas que cada vez que nos hacemos una herida en vez de sangre sale vicio. Pero no siempre fuimos así de asquerosos, pues en nuestros tiempos mozos éramos personitas normales que jugábamos a cosas que a los chavalines de hoy día les suenan a puto chino: los juegos de tablero. Estos eran algunos de nuestros favoritos…

Gustos ratoneros en los videojuegos

Como ya sabéis, los muchachos de este humilde blog somos bastante dados a las polémicas gilipollescas, pero ninguna me ha suscitado tantas ganas de arrearle con el bolso en la cabeza a nuestro redactor Kiko como la que tenemos ahí liada en torno al mundo de los videojuegos. Y es que mi grado de flipamiento y excitación pos cosas como Resident Evil 6 o el nuevo Call of Duty provoca que este muchacho me diga que me flipo con cualquier mierda y que no tengo ni puta idea de lo que es un buen videojuego. Pero coñe, es acojonante que esto me lo diga un maromazo que juega a putas paranoias como el Football Manager ese (un juego de fútbol donde haces de todo menos jugar al puto fútbol, no me jodas) o al Amnesia (un juego donde lo único que haces es recorrer pasillos como el que busca desesperado un WC para cagar por el inmenso palacete de un nuevo rico)…

Star Wars: Porkins, ese gran olvidado

Las guerras no las ganan los héroes, detrás de ellos siempre hay gente que muere para que otro se apunte al carro de la gloria. Ha llegado el momento poner en el lugar que se merece a uno de esos desconocidos que ha dado tanto pero que ha recibido tan poco. Hoy toca hablar de Jek Tono Porkins, aunque la mayoría lo conoce simplemente como Porkins, el pobre gordaco que murió calcinado dentro de su nave en La Guerra de las Galaxias (episodio IV).

Lecturón veraniego: Apocalipsis

En las sobremesas veraniegas (en las que uno está en casa aguantando esas horas de sofoco con un aburrimiento similar al que se pueda tener viendo los cuartos de final del festival de la OTI), de buenas a primeras te da por leer alguna cosilla de tu comicteca. Te pones ahí a revolver en los armaritos y de pronto te encuentras alguna cosilla con la que te dices: «¡Aiba qué gilipollas, pues si esto lo tengo ahí muerto de risa y sin leer desde que lo compré hace meses!». En eso que se sientas con el tomo en las manos para echar la tarde y de repente te ves inmerso en una lectura que te engancha cual lagartona que busca a un puto pardillo con el que casarse y conseguir los papeles…