No honor

Retomo hoy la sección de reseñas de cómics para dedicar unas palabrejas a una miniserie de cuatro números publicada por la editorial Top Cow allá por el año 2002 (muchos de vosotros aún no habíais nacido). Se trata de uno de esos títulos que pasan con más pena que gloria por los kioscos y tiendas especializadas y sólo caen en manos de los más frikis del lugar. De todas formas he de decir que en su día me la compré un poco jugándomela en plan torero, porque fijaos qué ganazas la tendría que desde que me hice con ella (hace ya 8 añazos) aún no la había leído. Así que cuando el otro día me encontré estos números por ahí perdidos entre mi comicteca decidí que ya era momento de degustarlos.

Pasando ya a comentar la miniserie en cuestión hay que decir que el protagonista es un tipejo llamado Ramdon, un ladrón de guante blanco, briboncete y pendenciero, mujeriego hasta la médula, pero que realmente es el mejor en lo que se refiere a la noble disciplina de robar en museos o en colecciones privadas (el tío es el number one).

Hulk: ¿Fin o principio?

Si en anteriores reseñas dediqué unas palabras a dos buenas historias que bien podrían considerarse como «la última aventura» protagonizada por personajes tales como Lobezno o Punisher, qué menos que comentar hoy la dedicada a contarnos los últimos días del gigante de jade. Y quién mejor que el guionista Peter David para escribir este especial destinado a narrarnos la última historia de otro puntal de la Casa de las Ideas como es el bueno de Hulk (pues al fin y al cabo este guionista es responsable de una de las mejores etapas de este personaje y lo conoce a la perfección).

A este respecto he de comentar que yo nunca he sido demasiado seguidor de las andanzas del monstruo esmeralda, pero sí he de decir que del Hulk de Peter David he leído varias cosillas, y es una de esas etapas con las que uno se quita el sombrero y que debería ser degustada por todo fan del mundillo. Supongo que debido a ese buen sabor de boca que me dejó en su día llegué posteriormente a seguir series como Planet Hulk o la espectacular y reciente World War Hulk.

Punisher: El fin

Para los que no tengan alzheimer y que en su día leyeran la reseña que hice del cómic titulado Lobezno: El fin, recordaréis que en él me referí al hecho de que hace unos años empezaron a proliferar una serie de proyectos dedicados a mostrarnos la última historia de ciertos personajes del universo Marvel. Lo que sí que hay que comentar como nota curiosa es que optaron por los personajes con más mala leche, porque entre los elegidos (aparte del Garras) estaban también Hulk y Punisher. Y es precisamente a este último a quien dedico mi reseña de hoy en la que podría definirse como «la última historia de Frank Castle».

Y quién mejor que el guionista más gamberro del mundo de los cómics (Garth Ennis) para contarnos la última escabechina de un personaje al que conoce tan bien y que tan buenas historias nos ha dejado sobre él en sus diversas etapas a cargo de los guiones. Y si encima todo ello viene encuadrado dentro del sello MAX de Marvel para lectores adultos, pues os podéis hacer una idea de que el cómic no es apto para nenazas ni  para gente tikis-mikis.

Masacre Corps: Reunión

Últimamente Masacre está casi hasta en la sopa el tío, pero hay que reconocer que tiene su gracia el «condenao». Creo que ya comenté en cierta ocasión que hace unos añitos era un personaje que a mí personalmente no me hacía «ni fú ni fá». Pero desde que me hice con unos tomos de saldillo que recogían  la etapa de Joe Kelly empezó a resultarme un tipo curioso el bueno de Masacre. Desde entonces trato de hacerme con todos estos tomos que se van publicando dentro de la línea 100% Marvel, que recogen miniseries suyas (y la última que ha salido en nuestro país es la titulada Masacre Corps).

Este tomo que nos ocupa recoge los 5 primeros números de esta nueva aventura del personaje, en la que le veremos metido en uno de esos «saraos» tan raros en los que suele acabar involucrado nuestro mercenario bocazas favorito. Y por si ya fueran poco de por sí los desvaríos y las idas de olla del gran Wade Wilson, en este cómic seremos partícipes de las paranoias de «otros cuatro Masacres más». ¿Qué cómo es eso posible?. Pues no os preocupéis que enseguida os lo explico.

Punisher MAX 1

Todos  los fans de Punisher ardíamos en deseos de que este mes saliera la nueva serie de este personaje especialmente recomendada para lectores adultos, pues ya se sabe que todo lo que se encuadra dentro del sello MAX de Marvel suele tener mucha mala baba. Y es que desde hace bastante tiempo muchos hemos llorado la marcha de Garth Ennis de esta colección, y todos esperábamos que el nuevo guionista de la serie (Jason Aaron) llenara ese vacío. Además este mozo viene avalado por las buenas críticas de su serie titulada Scalped, de la cual tengo una cuenta pendiente de hacerme con ella y degustarla como se merece.

Junto al bueno de Jason Aaron tenemos en esta nueva andadura a un viejo conocido como es Steve Dillon a cargo del dibujo, cuyo estilo es bastante reconocible para todos los fans de este mundillo. En mi opinión, creo que no ha sido mala elección la de este dibujante para esta nueva etapa, porque leyendo este tomo es inevitable no acordarse de aquella mítica saga titulada Queridos Vecinos, con la que la dupla Ennis/Dillon me maravillaron hace unos cuantos años en aquella maxiserie de 12 números, y con la que muchos nos reencontramos con este personaje.

Tierra de sombras

No sé si alguien recuerda que hace casi un año hice un post en el que hablaba de una saga que se estaba publicando en tierras yanquis titulada Shadowland (Tierra de sombras). Pues este mes por fin ha sido publicada en nuestro país, en un lujoso tomo de casi 300 páginas en el que podemos ver reunidos a prácticamente la totalidad de los «héroes más urbanos y callejeros» de Marvel. Me imagino que casi todos habréis oído hablar de esta saga, pero para los menos informados diré que en ella veremos desfilar a personajes tales como Luke Cage, Puño de Hierro, Spiderman, Elektra, Caballero Luna, Shang-Chi, Punisher, étc…, unidos frente a una amenaza común.

Ciertamente muchos diréis que esta no es la primera vez que la mayoría de estos héroes han de unirse y juntar fuerzas para luchar codo con codo. ¿Pero y si esa amenaza fuera un viejo conocido de todos ellos?. Y es que este hecho es el que se nos plantea en el crossover de Tierra de sombras, pues esa amenaza no es otra que Daredevil, un viejo conocido y un buen amigo de casi todos ellos, al que tendrán que pararle los pies.

Darkchylde

Como bien sabéis los seguidores más viejunos del blog, últimamente mis reseñas comiqueras giran en torno a material de mi comicteca publicado unos añitos atrás. Mi última relectura ha sido esta miniserie de 10 números titulada Darkchylde, que fue publicada por estos lares a principios de la década pasada (allá por el año 2002, si no recuerdo mal). Por lo que he podido documentarme sobre ella a la hora de escribir esta reseña, al parecer tuvo bastante exitazo en tierras yanquis hacia finales de los noventa, desbancando incluso hasta a colecciones históricas de las grandes editoriales durante unos pocos meses (debido sobre todo a su gran acogida por el público femenimo).

No sé si recordáis que hace unos meses dediqué un post a la noticia de que se estaba preparando una adaptación peliculera sobre este cómic de la mano del bueno de John Carpenter, lo cual me congratula que títulos menos conocidos del noveno arte lleguen de esta forma a un público más amplio y se contribuya así a dar a conocer la amplia amalgama de géneros para todos los gustos que encierra este mundillo.

Cage

Cualquier ratejo que tengo en días libres aprovecho para leer cosillas de mi comicteca, y como hoy era uno de esos días pues me ha dado por releer este cómic publicado hace unos añitos bajo el sello MAX (que como sabéis es una línea editorial de Marvel destinada a un público más adulto). Ciertamente he de reconocer que Luke Cage nunca ha sido un personaje de mi devoción, pero he de decir que esta miniserie de 5 números (publicada en nuestro país en 2 tomitos) me ha dejado un mejor concepto de este personaje.

Y es que cuando nos mencionan al bueno de Cage, a casi todos se nos viene a la mente aquel figurín de estrafalario pelaje ataviado con aquella camisa chunga de color amarillo chillón, el pelo a lo afro y el cinturón de cadena (ciertamente un personaje muy a tono al look de los años 70, pues al fin y al cabo esa fue la época en la que se creó). No en vano en aquella década surgió un auge del género conocido como blaxploitation, en el que Hollywood comenzaba a dar a este sector el protagonismo negado durante tantos años y empezaba a representarse la vida en el Guetto.

Hell eternal

No sé si alguno de vosotros se acuerda de cuando Recerca editorial empezó a publicar en nuestro país cómics de la línea «Vértigo» (que como sabéis se trata de un sello perteneciente a DC comics destinado a un público más adulto, por el hecho de tratar temáticas más controvertidas o por su contenido de violencia explícita). El caso es que gracias a aquella mencionada editorial pudimos tener el placer de degustar títulos menos conocidos pertenecientes a ese sello Vértigo, pero que realmente merecían mucho la pena echarles un vistazo.

Este tomo que nos ocupa fue publicado por estos lares allá por el 2004, y aproveché para releerlo hace poco porque uno ya no tiene las neuronas de antaño y ya apenas me acordaba de cuando lo leí en su día (a decir verdad ni siquiera me acuerdo de lo que he desayunado hoy). El caso es que con esta reseña me gustaría recomendarlo a todos los seguidores de las distintas series del sello Vértigo, porque en este cómic de Jamie Delano y Sean Phillips se marcan ambos una historia autoconclusiva de esas que te enganchan hasta que llegas a la última página.

Tracker

¿Recordáis la época en la que éramos más jovencitos e impresionables y a veces alquilábamos  una película por el simple hecho de tener una carátula molona?. ¿O quién de nosotros no se ha comprado alguna vez un videojuego en sus tiempos mozos dejándose llevar por la emoción de presenciar una imagen la mar de chula en la portada?. Pues bien, yo ayer me dejé llevar por ese grado de impresionabilidad y me hice con la compra de este tomo por el simple hecho de que me gustó su portada. Y es que ciertamente un menda con un alto porcentaje de parecido con Ash J. Williams siempre resulta inquietante si eres seguidor de Bruce Campbell.

Supongo que ahora mismo los fans de este pedazo de crack estaréis respirando en una bolsa por la emoción del momento, pero verdaderamente lamento deciros que este cómic que nos ocupa no tiene nada que ver ni con demonios, ni «necronomicones», ni escopetas recortadas, ni sierras eléctricas, ni nada del contexto en el que se movía ese personaje. Aquí los protagonistas son unos personajes algo más greñudos que los demonios a los que despachaba Ash con su gracejo natural, pues estamos hablando nada más y nada menos que de hombres lobo (¡uyuyuyui, qué miedo!).